VIRGINIA BINTZ
(Montevideo, Uruguay, 1961). Narradora y poeta, tanto para adultos como para jóvenes y niños. Como artista plástica, escritora, cuenta cuentos,  comienza a mostrar sus obras a partir del 2003. Ha recibido diversos galardones entre los que destacan: 2004 1er. Premio Poesía Concurso Álvaro Leguísamo (Montevideo, Uruguay). 3er. Premio Poesía Concurso Álvaro Leguísamo (Montevideo). 2do. Premio Cuento  Primer Concurso Unisalto-Unión de Inmigrantes (Salto, Uruguay), de artes e Intercambios – Uruguay- América – Europa. En 2009 Premio Victoria, Destacada 2009 por su libro “Caminando”, selección de poesía, cuentos cortos y tintas, a favor de la lucha contra el cáncer de mama. Asociación civil Mujeres en acción, Asociación literaria y audiovisual Poesía del Mediterráneo, Confederación interamericana de danzas - Uruguay, Asociación de artes e  intercambios, Uruguay, América–Europa. Mención  cuento corto -  Octavo concurso de poesía y cuento breve “Durazno corazón de los orientales” sobre Temas tradicionales, Casa de la Cultura (Durazno, Uruguay). 2010 Primer premio Concurso Palabras, categoría internacional poesía, Liverpool, Australia Primer premio Concurso Palabras, categoría internacional cuentos, Liverpool, Australia Segundo premio del Tercer Concurso de cuentos de la Sociedad Libanesa, Montevideo Mención de Tercer Concurso de cuentos de la Sociedad Libanesa, Montevideo Mención especial poesía II concurso Espacio intercultural Mixtura, Montevideo Mención cuento II Concurso Espacio Mixtura.

CONTACTO:
vbintz@hotmail.com

   
     

OBRA LITERARIA:

Caminando, editado en marzo 2009, conjuga poesía, prosa, cuentos cortos y tintas. En sus inicios fue editado en forma artesanal desde octubre 2006, a favor de la lucha contra el cáncer de mama. Fue presentado en diferentes ciudades: Montevideo; Atlántida, Shangrilá, Santa Lucía, Canelones; Salto; Minas; San José, ciudades y pueblos del Uruguay; Porto Alegre, Brasilia,  Brasil. Los cuentos de Tante Vicki,  libro de cuentos para toda la familia, 2010). Próximo a editarse: ¿A qué edad un niño deja de ser niño? Y Sueños guardados y otros cuentosSelección de cuentos breves.
Ilustraciones en libros publicados: Tesoro de la infancia, de la Escritora Susana Vaz Tourem  (Salto, Montevideo). Círculo de poesía 7, Movimiento aBrace, ilustración de viñetas  (Montevideo). Círculo de poesía 9, Movimiento aBrace, ilustración de viñetas, Montevideo. Caminando, Poesía, prosa, cuentos y tintas 2009 editorial I Libri, edición de la autora. Diez años de aBrazos, Movimiento aBrace, ilustración de viñetas Montevideo. Tramas, cuentos Movimiento aBrace, ilustración de viñetas Montevideo. Trazos místicos, Poemario de Myriam Bianchi, ilustraciones, Colección Bitácora de Botella al mar, Montevideo Catata, Tapa de la novela de Horacio Bordón, Canelones. Editada en las antologías: 2004  Primer Concurso Álvaro Leguísamo – Abtour   Uruguay. 2005 Liter-Uruguay de AEDI Uruguay (Asociación de Escritores del Interior).  2006 La Nueva Literatura de Habla Hispana  tomo 4 - Nuevo Ser, Argentina- Rapsodias, Movimiento aBrace, Uruguay Curumí –  Contratapa “Nana charrúa”,  aBrace. 2007 Cuento gotas VII  aBrace Letras de Babel 3 –  aBrace. Deleite Literario II – FUNDALEA, Venezuela. Magia Literaria II – FUNDALEA, Venezuela- Narradores de las Dos Orillas -  Botella al Mar, Montevideo – Buenos Aires. Círculo de poesía 9 – aBrace. 2008 Voces del mundo IV CHADAYL Uruguay. Cuentos de mar y río – Club Naval, 80 años. 2009 Letras de Babel IV  (lunfardo)   Editorial aBrace Curumí 4 – Editorial aBrace.  

 

 


EL GRAPO

Don Pedro se puso saco y corbata y le dijo a su hija que iba al barrio
- ¿A Arrieta? ¿Cuánto hace que no vas por allá? ¿Qué se te dio ahora por ir?
- Murió “el Grapo” - No dijo más nada y salió bastón en mano.
El italiano de anchas espaldas, manos gigantes y piernas cansadas tomó el ómnibus y metido en los recuerdos sonrió recordando al Grapo…

-¿Cómo te llamás gurí? – Le preguntó un hombre de unos veinte años con claro acento alemán, cuando llegó al barrio junto a su familia - Pedro – Le respondió.
- Soy el Grapo – Y le extendió su mano y en seguida comenzó a ayudar en la mudanza.

Arrieta era una calle particular de Montevideo, Uruguay. En épocas de las guerras europeas, recibió a muchos extranjeros mezclando sus pasos en los negros adoquines.
Allí se crió Pedro junto a vecinos alemanes, armenios, judíos, polacos, italianos, españoles, libaneses, a los criollos y descendientes de los antiguos esclavos negros, quienes con su color y sus tambores eran corazón vivo en las noches de primavera.
En otras partes la gente se mataba por ser de distintos pueblos, etnias, religiones y aquí convivían en paz, mezclando sus costumbres sin darse cuenta, con las de la tierra que los recibió.
Era común verlos tomar mate o jugando al truco, las señoras intercambiaban recetas de medicina natural y de a poco todos mezclaban su idioma con el español.
Por ejemplo Doña Natalia tenía “frishco” ya que fresco en alemán es frish, y en sus medias remendaba los “lojeros” mezcla de “loj” (loch) con agujeros. O cuando “El Perico” le preguntó por su esposo, quién estaba en cama con un ataque de asma y ella miraba el aljibe para ver cuánta agua tenían, entendiendo que le preguntaba por su pozo… no por su esposo, le contestó muy segura de si misma: “Está medio lleno”
También adoptaron y disfrutaron las costumbres del lugar.
Por ejemplo, se festejaba la llegada de la primavera con una carrera de bicicletas.
Los jóvenes pasaban meses arreglando sus “bicis”. El día fijado lucían atléticos y hacían gala de sus físicos en pantalones cortos y camisetas que dejaban ver sus músculos, mientras las chicas iban de lo más bonitas con sus vestidos de preciosos estampados.
Se establecía el recorrido en las diferentes calles cuidadas por los vecinos; eran diez vueltas las cuales comenzaban en el boliche de Boedo.
Una vez terminada había baile en la calle, con la orquesta de los húngaros o los gallegos y remate con la cuerda de tambores de Juan Antonio y su familia engalanando la fiesta con candombe y tango.
Un joven muy particular corrió esa carrera por más de quince años: El Grapo.
Llegaba con su pesada bicicleta del reparto de la panadería, camiseta de peñarol - El cuadro de fútbol de sus amores – Pantalón más corto que el calzoncillo que lucía de un blanco impoluto, boina con visera hacia atrás. Blancas las piernas largas, medias y zapatos, cara colorada y nariz tan grande y larga como correspondía a su cuerpo.
Y en la primera carrera que vio Pedro, supo el porqué de su apodo y se dio cuenta que la mayoría del barrio, no conocía el nombre del Grapo.
Estando todos listos, la largada se hacía en medio del griterío de los presentes, detrás de todos salía el Grapo, que ya empezaba a saludar como si fuera el campeón.
En cada vuelta todo lo ovacionaban y él seguía con total seguridad, transpirando como loco con el esfuerzo que le suponía cada pedalazo, sólo paraba en el boliche para tomar una grapa y luego seguir.
Eran diez paradas, ergo…diez grapas donadas para el evento por Don Boedo.
Se daba por finalizada la carrera cuando el Grapo terminaba las diez vueltas. Era recibido como si hubiera llegado primero y aceptaba las ovaciones y el ramo de flores que se les obsequiaba a los ganadores con toda pompa, se tomaba la décima grapita y se daba por comenzada la fiesta de la primavera…

Y fueron muchas primaveras, una juventud difícil y bella, volaron sobre los ranchos amores y desamores, la vida marcó los caminos de cada uno de ellos. Los adoquines fueron tapados por el cemento del progreso y “El boliche cerró sus puertas” como dice una vieja canción, para dejar espacio a otras historias y otros tiempos.
El ómnibus en el que iba Don Pedro pasó por la esquina de Arrieta y todavía quedaba uno de los ranchitos de los alemanes. En la esquina subió el hijo de Juan Antonio, lo conoció porque era igualito a su padre. Hablaron poco, iban para el mismo lado.

Después del funeral del Grapo, cuando una de sus hijas se dio vuelta para dejar un último saludo, vio frente a la tumba de su padre a nueve hombres que en silencio rinden homenaje al amigo. Eran el criollo, el negro, el judío, el armenio, el libanés, el gallego, el polaco, el ruso y el italiano.
Se fueron al boliche cercano al cementerio a recordar aquel alemán buena gente, sin importarles colesteroles o presiones altas, se tomaron sendas copas de grapa, dejando una silla vacía y frente a ella diez copas pagas al amigo como para no dejar que el olvido le ganara al Grapo.

 

 

 

VIENES

Corres  rápido enredando en  marejadas
palabras de amor que liberas a raudales
gotas prisioneras, tus ímpetus varoniles
que atolondradas el Atlántico atraviesan.
Conquistador, deseas a la ninfa del Plata
dueña de los aromas a río, puerto y  tango.
Y no preguntas y no esperas y avasallas

Cadencia de tambores,  pasos en la arena
luna blanca, oscura noche… Noche-luna
melena negra, misterio de rompientes olas
del Uruguay delfín marrón en aguas turbias.
Unidas corrientes con la atlántica verde agua
llegas ansioso, idealista, luchador, exigente.
Y no preguntas  y no esperas  y avasallas

El viento sopla en tus oídos las claras señales
te pide no vengas con tu sed de oro sin medida
llega a mí con tus manos buenas y campesinas
con tus manos carpinteras, con caricias de artista.
Ven inmigrante soñador, trabajador y poeta
teje en mí tus sueños, trabaja por ellos, canta, crea.
Ahora  preguntas, ya no avasallas, esperas
Deja tus harapos guerreros, tus lágrimas y tus penas
acompaña mi tango con tu acordeón, tu verdulera
baila con tus pies camino, enrédate en mis caderas.
Prometo llevarte al lugar donde el sol nace
donde habitan de los nativos las antiguas leyendas
ven a enamorarme que mi amor agreste te espera.
Preguntas,  no avasallas,  amas,  respetas

Soy América, monte, agua, campo, camino
envuelve en mi trenza tu sed de abrazos
trae tus atolondradas gaviotas prisioneras
libéralas en los surcos negros del labrador
en las riberas azules del mar y el río.
Ahora que sabes, trabajas, creas, amas, respetas
toma mi verde vientre y en él cobija nuestros hijos

 

 


CAMINANDO...

Tras el largo camino de la vida,
no sé lo que me espera.
Con paciencia adquirida
Con preguntas sin respuestas
Con amores amados
Con dudas y muchas “sin certezas”
He de llegar al final establecido
en el momento y lugar precisos.

Me han regalado una larga vida...
Llevo vividos más de cuarenta,
No me preocupan las canas ni las quejas,
las arrugas o los quilos.
No me preocupa si llega la muerte
he de llegar al fin establecido...
Cuando llegue se verá, hoy... estoy vivo.

Amo, comparto, elijo.
Tengo miedos... me animo
Destejo penas, tejo abrigos
Pateo piedras, abro caminos
Existo, pienso... ya no tanto, igual existo.
Dejo que la vida venga
aceptando mi destino.

Hoy salvé a un escarabajo,
di de comer a un perro perdido.
Hoy ha sido un gran día...
Tengo miedos, me animo
Destejo penas, tejo abrigos...

 

 

 

LUCÍA...


Lucía cabalga las olas
Su sonrisa se hace viento
El eterno devenir de las mareas
Acaricia sus pies de seda
Sus manos aladas surcan el firmamento
Enredada su cabellera en las nubes… Lucía…
Los albatros la cuidan cuando juega a ser arena
Los galápagos acompañan sus sueños
Lucía deja sus huellas descalzas
Mientras sus pasos vuelan
Girando alrededor del Sol…
Juega el Sol con Lucía niña...
La Luna paciente la espera…
La espera para acariciarla
Para hacerla blanca
Brillante
Mujer...
La Luna despierta sus misterios
Trae deseadas caricias
Carnales besos
Piel que despierta
Piel Tierra
Piel Universo
Piel eterna...
Maga… magia... mágica…
La Luna amante acaricia a Lucía
La ama
La acuna
La adormece...
Juntas esperan al Sol…

 

 

 

DE TICTACES Y SILENCIOS

Las horas pasaban como correspondía
Por más que parara los relojes
ellas seguirían escondidas, sin ser vistas
haciendo la espera cruel y prevista...

La lluvia para, el buen tiempo,
el ómnibus, el duelo,
las horas no.


Ellas siguen intangibles
con cantos o sin ellos
con tictaces o silencios
hasta pintar de blanco algún cabello...

La espera no desespera
Horada… perfora… lacera…

La espera en tus vísceras se enreda
Te deja con ojos abiertos de insomnio
Agiganta los ruidos
Calla a las aves
Agranda suspiros


Los relojes displicentes que siempre corren
con horas demasiado cortas en el día a día,
ahora se agolpan enlenteciendo penas

Con minutos largos
con instantes impertinentes
y centésimas hasta contables...
Mientras la espera… no desespera

 

 

 

PINTURAS

 

Natura dos mundos

 

 

 

Árbol lo que no se ve

 

 

 

Ave de fuego