ANA SCHEUREN DE GIL


Nació en 1938, en Doberljin (Bosnia-Herzegovina),  antigua Yugoslavia,  que luego diera lugar a la República de Croacia (Europa Central).  No obstante, su    tierra de arraigo afectivo, fue y sigue siendo Zagreb, capital y ciudad más grande de la República de Croacia, donde vivió con sus padres desde que tenía diez meses de nacida. Llegó a Caracas, Venezuela, en diciembre de  1953, a la edad de 15 años, a los tres días viajó a Mérida lugar de residencia y arraigo.  Estudió en la ilustre Universidad de Los Andes, graduándose de Ingeniera Civil en el año 1962.

Su desempeño profesional se inició en Ciudad Ojeda, estado Zulia, como ingeniera residente en la compañía Zaramela y Pavan (Z & P), también fue profesora de Hidráulica y Resistencia de Materiales en la Escuela Técnica Industrial y de Física en el Liceo Chávez en Cabimas. Posteriormente se desempeñó como inspectora de la Entidad de Ahorro y Préstamo El Porvenir, en Cabimas y Maracaibo, luego fue residente en la construcción del gasoducto Bachaquero-Morón.

En Mérida trabajó como inspectora de las Entidades de Ahorro y Préstamo, y en actividades docentes, administrativas y de investigación adscrita a la escuela de Ingeniería Civil, de la Universidad de los Andes. Fue Jefa del Departamento de Estructuras de la Facultad de Ingeniería  y del  Laboratorio de Materiales perteneciente al Departamento de Estructuras. Fundadora del Régimen de Pasantías de la Escuela de Civil, Facultad de Ingeniería.  Actualmente, como profesora jubilada, se dedica a la actividad comercial. Es Presidenta de la Agencia de Viajes Metro Tours y de la Panadería y Pastelería Croacia, ambas ubicadas en la ciudad de Mérida, Venezuela. Realizó diversas investigaciones entre ellas dio a  conocer  una fórmula por medio de la cual se obtiene la resistencia del concreto usado en obras en ejecución, en tan solo 24 horas.

En su carrera docente le fueron publicados, y reeditados varios libros,  por la Facultad de Ingeniería y el Consejo de Publicaciones de la Universidad de Los Andes (CODEPULA): Manual de Inspección de Obras Estructurales (1990-2008). Ensayo Acelerado de los Cilindros de Concreto, Ensayo Acelerado de los Cilindros de Concreto de Alta Resistencia (1979-2008) y el libro texto de Estructuras (1998-2008). En el área de la crónica literaria es autora, junto a Inés Benavides, de Zagreb una historia una familia (2011).

     

OBRA LITERARIA: Zagreb Una historia una familia (Mérida. 2011)

 

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(Introducción)

Más de cinco décadas han transcurrido desde la llegada de nuestra familia a este país, Venezuela, buscando la ansiada libertad que nos permitiera vivir sosegada mente.

Una vez instalados, aclimatados en lares hoy reconocidos como nuestros por habernos acogido en su seno, surge dentro de mi ser la necesidad de hacer conocer una historia que nunca hemos podido apartar de nuestra mente. En especial al contemplar la diversificación de los miembros de nuestra familia, e incluso al visita r en repetida s oportunidad es nuestra muy querida ciudad “natal” afectiva, Zagreb.

Se fijó allí cual cinta cinematográfica, cargada de recuerdos que permiten experimentar un sinfín de emociones encontradas, difíciles de separar porque se entremezclan alegrías, tristezas, añoranzas, iras, miedos y angustias; así como un infinito agradecimiento a nuestro creador y a la vida por habernos permitido salir airosos de una etapa que marcó nuestras vidas.

Este relato se inscribe dentro de una época histórica de renombre universal, que incluye acontecimientos de la Primera y Segunda Guerra Mundial, sus antecedentes, causas y consecuencias.

En especial en lo que se refiere al eje central geográfico que corresponde a lo que genéricamente fuera conocido como Yugoslavia, que mucho tiempo después diera lugar a la República de Croacia, ubicada en Europa Central, en la orilla Nor-oriental del mar Adriático; colindando con Eslovenia y Hungría al Norte, Serbiaç y Montenegro por el Este y con Bosnia Herzegovina al Sur y al Este.

Y entre ellas la tierra de su infancia, Zagreb, capital y ciudad más grande de la República de Croacia, cuya historia dio lugar a una familia que, aún amando a la patria que la vio crecer, debieron separarse definitivamente de sus lares para salvar a sus miembros… Su historia ubica al lector con relación a los acontecimientos puntuales que se circunscribieron en torno a nuestros recuerdos.

 

 

PARTIDA DEL AMADO
AUSENCIA DE NOTICIAS

(fragmento de Zagred Una historia una familia)


Estalla la primera guerra mundial, conflicto bélico que dura desde 1914 hasta 1918. Tal y como sucedió en aquellos tiempos, los hombres estaban obligados a servir a la patria mediante su incursión como soldados. Joseph Scheuren no fue la excepción.

Aunque dolido por la orden impartida que propició una brusca separación de su amada familia, no dudó en acatarla y fue enviado al frente de guerra, exactamente a Albania desde donde diariamente le mandaba cartas a su esposa Ana Elizabeth, abuela de quien estas notas relata. Pasaron los meses y Joseph, hombre fiel y enamorado de su esposa, no dejaba de enviar cartas. Llegaban todos los días según los cuentos de la abuela. Aún persisten en la memoria.

Así transcurrió casi un año, y aunque Ana Elizabeth no daba respuesta a las misivas, Joseph no desistió de su envío porque su corazón le avisaba que al menos llegaban a destino… Para Ana se hizo costumbre recibir diariamente las letras de su amado.

La ausencia de noticias durante tres días consecutivos fue para Ana Elizabeth señal inequívoca que algo grave había sucedido. Efectivamente, a los pocos días le llegó oficialmente la infausta noticia de la muerte de su esposo, acaecida en Albania, víctima de la malaria.

Desde el momento en que se ausentó su esposo comenzaron días difíciles para ella. Viuda cuando apenas se estaba cumpliendo el octavo aniversario de su matrimonio, dos niños pequeños y un negocio en ruinas cuya administración se le fue de las manos hasta que llegó el momento de convencerse de la triste realidad. Mujer de temple, hizo frente al destino sin concederse tiempo para la tristeza.

Estuvo plenamente consciente de que sus hijos la necesitaban. Finaliza la Primera Guerra Mundial y aún reponiéndose de los estragos causados, Ana Elizabeth sigue adelante en el cumplimiento de sus obligaciones.

No obstante, siendo una mujer todavía joven, hermosa y convencida de que su esfuerzo no obtuvo los logros deseados, puesto que a pesar de su constancia no pudo reconstruir su negocio, decidió probar suerte en el amor.

Fue así como, segura de sus pretensiones, colocó un aviso acompañado de su foto en el periódico local informando sobre su condición de viuda, madre de dos hijos varones y sus deseos de formar un hogar con un hombre de buenas costumbres, católico, con buena posición económica y deseoso de brindarles protección.

La suerte no se hizo esperar, el aviso en el periódico surtió los efectos esperados. A los pocos meses, se presentó el Sr. Leopoldo Medichi (en croata Medic), quien, cumpliendo con los requisitos exigidos y decidido a aceptar las condiciones propuestas, ofreció la protección requerida por la familia así como el aporte de dote para el matrimonio, consistente en cien mil dinares en oro.

Cumplidos como fueron sus deseos, Ana Elizabeth contrae de nuevo nupcias con el Señor Medichi, cuya dote fue utilizada para construir la gran casa que los albergaría en lo sucesivo; la cual incluyó comercio y alojamiento para los empleados.

Bajo sus órdenes tenían treinta empleados y el mejor negocio de todo Dobrljin, donde además de víveres se expendían materiales de construcción, telas y ropa entre otros artículos de uso diario.

La vida de la pareja transcurrió sin mayores contratiempos, no procrearon hijos y con el paso de los años se convirtieron en una pareja próspera y dichosa.

Los hijos nacidos del matrimonio celebrado con Josip Scheuren, fueron aceptando poco a poco a su nuevo padre y fue así como felizmente transcurrió la adolescencia y juventud de los chicos.

Al pasar los años Iván Scheuren, el hijo mayor de Ana Elizabeth, contrae matrimonio con Ana Rukavina y la pareja ocupa una parte de la casona original. Sobre el particular, cabe mencionar que su esposa Ana, no fue su único amor. Mi tío Iván tuvo una novia en Dobrljin cuyos mensajes de enamorados eran transmitidos por Ana Rukavina, quien finalmente se convirtió en su esposa. Resultó que tenía más contacto con la mensajera que con su enamorada.

Al transcurrir el tiempo, producto del contacto entre remitente y mensajera, surgió el amor y fue así como Ana e Iván se enamoraron, uniéndose en matrimonio en 1933.
De esta unión nació en el año 1934 el primer hijo llamado Zdravko (José Vicente), en 1935 nace el segundo de sus hijos (Srechco) Félix, luego en 1944 Bruno; y viviendo en Venezuela en 1956 nace en Caracas la única hembra de la familia llamada Janeth.

Acto seguido hace lo propio, su hermano menor José Eduardo Scheuren, quien contrae matrimonio con Herminia Rutar.

Mi padre, José Eduardo Scheuren aunque de muy buena familia y muy apuesto, condiciones estas suficientes para considerarse un “buen partido”, no tenía intenciones de casarse porque desde muy temprana edad manifestó su vocación sacerdotal. Sus aspiraciones para ingresar al seminario como jesuita, y posteriormente como misionero, estuvieron presentes en su jovial mente, a objeto de predicar por el mundo su profunda fe católica.

No obstante, el destino cambió su vida cuando en una feria de la iglesia en Dobrljin conoció a mi madre (Herminia) en croato Hermina.

Encontrándose conversando animadamente con un grupo de amigos del seminario, de repente sintió un golpe en su espalda propinado por una pelotita de goma, con la cual jugaba una hermosa joven. Al voltearse para averiguar de dónde procedía el objeto, quedo gratamente impresionado por la belleza de la jovencita, quien sin mediar palabra le sonrió.

Ello fue suficiente para cautivarle, surgiendo así un amor a primera vista que provocó su renuncia a la vocación que hasta el momento ocupaba su mente… La jovencita que posteriormente sería mi madre tenía para aquel entonces solo 16 años.

Después de este pequeño, pero grato incidente, se olvidó del seminario dedicándose a sus estudios de ingeniería y, en el año 1935 en unión de toda la familia, se celebró la boda por todo lo alto.

De esta unión nacieron tres hijos: Antonio, el mayor, nacido en el año 1936; Ana Estefanía, autora de estas notas, nacida en 1938, y Edita Teresa la menor de los tres, nacida en 1943.
En la casa paterna, en Dobrljin, nacieron los cuatro primeros nietos de Ana Elizabeth, dos hijos de Iván y Ana Rukavina: Zdravko (José Vicente), Srecko (Félix) y dos de José Eduardo con Herminia Rutar: Antonio y Ana Estefanía.

Para la época, Ana Elizabeth siempre pensó en un futuro próspero para sus hijos. Mi padre terminó su carrera de ingeniería electromecánica, especialista en centrales eléctricas, en la Universidad de Zagreb en el año 1938, e Iván Scheuren, para quien los estudios de cuarto nivel no constituyeron fuente segura de ingresos; estaba atendiendo los negocios de su madre en Doberljin.

Mientras tanto, y previo al inicio de la guerra, Iván Scheuren hermano mayor de José Eduardo, fue nombrado alcalde de Doberljin por decisión de la corona yugoslava. La decisión real se correspondió con las prácticas de la época, por consiguiente las razones estuvieron respaldadas por su condición de cabeza de familia de alto abolengo para el momento, y heredero de una de las mayores empresas comerciales.

Corre el año 1938, cuando comienzan los escarceos de la Segunda Guerra, conocida como el conflicto armado más grande y sangriento grabado en la historia mundial, desde septiembre de 1939 hasta septiembre de 1945.

Los nazis, como todos los invasores, procedieron al alistamiento de jóvenes croatas para luchar en la guerra; no obstante, por razones que desconozco, los hermanos Scheuren no fueron llamados.

Al producirse la ocupación nazi, en pleno desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, ratifican a Iván en el cargo de alcalde, en virtud de su ascendencia alemana y dominio del idioma; a cuyos efectos se vio obligado a demostrar su origen ario y la ausencia total de sangre judía. Esto es, “ni una gota”, en su árbol genealógico.

El cargo asumido implicaba ir vestido con el uniforme de la SS, la temida fuerza del partido nazi. Simultáneamente, su condición como alcalde fue igualmente ratificada por la recién creada República Croata, la cual lo vistió con su propio uniforme representando a las fuerzas armadas croatas, conocidas como los Ustashas.

Es importante aclarar que una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, ambas vestimentas, la nazi y la croata, identificaron a los vencidos de la guerra, obligándoles a tomar otras rutas para salvar sus vidas…

Por su parte, ambas familias residenciadas en Dobrljin, comienzan a padecer los rigores de la guerra. Ante esta realidad, imposible de evadir, los hermanos Iván y José Eduardo Scheuren decidieron alquilar una casa en una zona boscosa de Zagreb (Fratescica), a objeto de proteger a sus hijos de la inclemencia generada por los combates. La casa fue ocupada por los seis nietos y la abuela Ana Elizabeth.

La razón que les indujo a tomar la decisión respondió a las condiciones naturales del lugar, ya que gracias a la abundancia de zonas boscosas no se sentían los bombardeos en toda su intensidad y fue así como en los inicios de la guerra, Zagreb no se encontraba expuesta a los terribles bombardeos, sin embargo, a partir de 1943 resultaba insoportable la caída de bombas alrededor de las viviendas.

Tratando en todo momento de salvaguardar la vida de todos sus integrantes, la familia Scheuren se radica definitivamente en Zagreb, capital de Croacia, desde el año 1938, lo cual propicia la sabia decisión de la abuela, Ana Elizabeth, de regalarle una casa a cada uno de sus hijos a objeto de criar su familia y ejercer cada uno su profesión. Como quiera que nuestra edad rondaba entre los diez meses y cuatro años, producto de la confianza que nos brindaba aquella encantadora ciudad, conscientes tal vez de las circunstancias que nos rodeaban, asumimos Zagreb como nuestra ciudad natal.

José Eduardo ingeniero electromecánico, pasa a trabajar como asistente en la famosa y muy reconocida Universidad de Zagreb, al lado del doctor Timosenko, famoso mundialmente por su libro Resistencia en Materiales de Construcción.

Paralelamente, monta con un socio, un taller de fundición en Zagreb y, muy cerca, en la ciudad de Virovitica, una fábrica de bicicletas.

En 1940, muere el señor Leopoldo Medichi, su esposa Ana Elizabeth decidió guardar luto rígido hasta el fin de sus días, entregándose a sus quehaceres domésticos y comerciales. Viuda por segunda vez y alejada de los negocios, se dedica con gran esmero a la crianza de los nietos más pequeños: Edita Teresa y Bruno.