Seudónimo de José Francisco Martínez Rincones. Nació en Tinaquillo, estado Cojedes, Venezuela, 1941. Abogado y poeta radicado en Mérida desde 1964, ciudad donde ha construido su obra. Doctor en Derecho. Director del Centro de Investigaciones Penales y Criminológicas (CENIPEC) de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas ULA. Profesor Titular. Autor de varios libros sobre Derecho Penal. Fundador de la Cátedra de Derecho Penal Intelectual del EPI/ULA.  Jubilado activo de la Universidad de los Andes.


CONTACTO:
paraima@cantv.net

     
     

OBRA LITERARIA:

Poemas para decir amor y decir adiós (Maracaibo, Universidad del Zulia, 1963), Los Cantos del Viet-Nam Plaquette con texto poéticos e ilustraciones (1966). El Libro de Fenrys (Caracas, Monte Ávila, 1970). La Sanguijuela de los Pies de Oro (Mérida, La Draga y el Dragón, 1973). Baquiano (Mérida, Col. Actual, Dirección de Cultura y Extensión de la ULA, 1981). Pez Gótico (1983). Palabra en Negro Mayor (Mérida, Solar, Dirección de Cultura del Estado Mérida, 1992). Tiene un extenso poemario inédito: La Memoria Aparente...

 

 

TRIGRAMAS DE LA BELLA MUERTE

I

Cada anochecer
asumo mi osamenta.
Eternidad y retorno.

 

II

Mi muerte ríe,
se ahoga a carcajada limpia.
Muere de risa.


III

Al amanecer
la muerte abre mis ojos.
Me regala el mundo.

 

IV

Ebria, mi muerte danza.
Ebria de soledad
se hace silencios.

 

V

Robé un cadáver,
sazónelo Estilo Gourmet.
Buen provecho

 

 

TRIGRAMAS DEL TIEMPO Y DEL MORIR

I

De la muerte,
sólo remembranzas.
Presencias de sí misma.

 

II


El suicida
miró el reloj.
Decidió partir.

 

III


Ella llega oportunamente,
sin antes
ni después.

 

IV

Morir es retornar,
volver al mundo
del total vacío.

 

V

La muerte
carece de pasado.
Es un instante

 

 

TRIGRAMAS DE MUERTE Y POESÍA

I

La muerte
tiene el rostro de todos.
Espejo oscuro es.

 

II

Canto al anochecer,
me sumerjo en el sueño.
Retorno al ataúd.

 

III

Como una elegía,
recito mi oración.
Mi réquiem favorito.

 

IV

París era una canción de lluvia.
Sombras de Vallejo,
muerte y poesía.

 


Un poema
es un espacio de la muerte.
Resurrección en la palabra.