Nació en Caracas, en el año 1947. Abogado egresado de la Universidad de Los Andes. Estudios superiores de especialización, Derecho Público (Institut International d'Administration Publique de París) y de Doctorado en Ciencia Política (Universidad de París II, Francia). Ha sido Juez (S) del Distrito Alberto Adriani del Estado Mérida. Catedrático de Derecho Constitucional e Introducción a la Ciencia Política en la Escuela de Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la ULA Ha cultivado el cuento y la poesía; textos suyos han sido publicados en las revistas “Talud”, “Génesis” y “Ensayos”, de la ciudad de Mérida; en “Jurídica” (revista del Colegio de Abogados del Edo. Mérida), en el Diario “Crítica” de Maracaibo, en las revistas “Saeta” y “Ficticia” de México. Ha integrado el Jurado Calificador para el Premio de Poesía de la APULA y del Premio Municipal de Literatura, auspiciado por el Ayuntamiento de Mérida.  

     

OBRA LITERARIA:

Lumbre perdida en el ocaso y otros poemas.


  

 

LUMBRE PERDIDA EN EL OCASO

Soy capaz de ver entre velos
sombras de fósiles
tenues espigas con estelas de flama
y testigos insomnes al arpegio del alba.

La luz de la ausencia
escancia su halo prisionero
entre madejas de desamor
ansia y espera
junto a la niebla
que envuelve rastro de dragones.

Vuela duermevela
al abrigo de la lluvia
esparce sus huellas
en el cuenco de deseos sin nombre
linaje de escudos al desgaire.

Tengo el don para oír en la lejanía
toda suerte de silencios
gotas de llantos y vapores temerosos
sin olvidar la sonrisa de los niños.

Ave de antiguos asombros
puedo escuchar el paso de los días
y cada noche
a la vera del sueño
rodeo tus senos
con albor de ilusión
te puedo asir en mi entraña
y perderte de nuevo
hoja de astros sin pasado
lumbre perdida en el ocaso.

 

 

EL LUGAR DONDE HABITAN LOS FUEGOS

En el lugar donde habitan los fuegos
estremecido por el tiempo
en los días de espera
siempre como paso de cerrazones
huye el brazo anhelante
subyace un rastro de voces
en compañía de angustias efímeras.

Cada vez que se deja oír
la traza del trueno
en aquel paraje de montes y olvidos
todo semeja un péndulo agitado
en el centro del cosmos.
La hierba crece
adosada a la piedra sin lindero
suerte de valladar amenazante
y un duende con ropaje nuevo
tañe el clavicordio de recuerdos
desdobla su voz apacible
se deja llevar por el torrente de sueños
corre hacia el recodo del rumor
se estaciona en una orilla
se lanza al vuelo
recorre el cristal de nieblas
esparce el aroma de frailejones
allá hacia el final del sendero
del lugar donde habitan los fuegos.

 

 

EL REGRESO DE LA SOMBRA

Recuerdo
cómo aún en medio del sueño
volaba hacia los confines
de un pequeño astro
en el que todo danzaba entre nieblas. 

A mi lado
yacías con una rosa en las manos
sonreías
dejabas escapar un suspiro de colores
lo veías partir hacia mares sin nombre
cubierto de jazmín
con una lágrima de oro
en medio de las sábanas.

Cuando mi sombra regresaba
aún en medio del mismo sueño
no sabía si en realidad
todo me lo había imaginado.

 

 

EL LARGO ESPEJISMO DEL ÚLTIMO VIAJE

Esta noche
escribo con una pluma de ave
traída desde muy lejos
por el mago de la corte
el mismo
que sin aliento
y en ausencia de testigos
extraía del seno
de la diosa alada de ojos claros
mil cuernos de unicornio
y escuchaba
voces que servían para convencer
a los sordos de espíritu.

Esta noche
duermo más de lo normal.
duermo luego sueño
sueño luego vivo
para acostumbrarme
al largo espejismo del último viaje. 

(De Lumbre perdida en el ocaso y otros poemas)