(Nacida en Soledad, Estado Anzoátegui) Son múltiples las nostalgias que la palabra del poeta quiere, desea aprehender, en un intento por evitar que el olvido desvirtúe, oculte o, incluso, borre aquello que fue cálido o triste, alegre o frío. Pero que siempre será la existencia de algo que nos ha dado la fe y el destino. Con TANTA NADA PARA TANTO INFIERNO, Teresa Coraspe habla de ese ayer -tiempo que también es hoy, por su proyección en la memoria poblada de lugares idos y de personas que, a pesar del tiempo, aún continúan estando firmes, seguros bajo los amaneceres y la luna de su no asombro. Teresa Coraspe Con TANTA NADA PARA TANTO INFIERNO, Teresa Coraspe habla de ese ayer-tiempo que también... En ese íntimo decir, con la voz particular de Teresa Coraspe.



BLOG:
http://teresaeneltiempo.blogspot.com/

   
     

OBRA LITERARIA:

Las Fieras se dan golpes de pecho, Editorial Talavera, Cd. Bolívar, l975. Vuelvo con mis huesos, Tipografía del Diario El Luchador, 1978. Vértice del Círculo, Gobernación del Estado Bolívar, Impresos Copy flash,1987. Este silencio siempre, Editorial Venezolana, Mérida, l991. Tanta Nada para tanto Infierno, Ediciones al Sur, Dirección de Cultura del Estado Bolívar, l994.-

 

 

ANTE LA PUERTA

¡Oh puerta!
¡Cuántas sombras habrán pasado a través de ti!
Y cuando tú no eras puerta, sino árbol, ¡Cuántas sombras
descansarían en tu regazo! Más, cuando tú, aún ni siquiera
Eras árbol, ¿qué mano temblorosa sembraría la tímida semilla
A la tierra, que diera origen a que algún día fueras árbol
Y luego puerta?.¿Dónde están?

 

 

MORADAS

De las casas que habité
Sólo tengo fragmentos de recuerdos
¡Fueron muchas!
así mi infancia fue fraccionada por las tantas mudanzas
Pero hay una casa
que se repite en los sueños
quizá porque en ella viví por siete años
y en las noches viene a visitarme poblada de fantasmas
Yo la voy reconstruyendo habitación por habitación
sin omitir ni una puerta o ventana (siquiera)
Pero de todas esas casas
la verdadera es ésta donde habito leo y pienso
y donde los hijos y la infancia dejó huellas profundas
con árboles y flores y el verde y los pájaros y la risa y el
llanto se sientan a la mesa como quien va a misa cotidianamente
Esta casa y las demás casas fragmentadas
son pedazos de vida dejados por ahí
a la par de los días
Y en muchas noches cuando duermo
vuelvo con la llave
a la cerradura que abro con suma facilidad
para habitar en silencio esa casa que se repite
y se niega a ser olvidada
Y la encuentro ocupada
con los mismos muebles que una vez existieron
sólo que voces misteriosas me asustan
quizás son las nuestras
que se quedaron grabadas
en el interior de sus muros
y que la ausencia vuelve entrañas
Por eso mi penúltima casa
la cuido y acaricio porque es la morada de este cuerpo
que un día dejará de ser
Yo la miro largamente para darle vida
y que palpite como una lámpara encendida a media noche
una casa donde el sol se las ingenia para entrar
y acurrucarse en silencio en todos sus rincones
y llenarla de luz como un cáliz venido desde lejos.


***

Dejarse ir a la orilla no es un suicidio
es sólo confundir las rutas
por las que debemos andar
Dejarse ir es despedirse lentamente
volver a la húmeda fuente
que nos arrullará para siempre
lejos del surco y las grietas
marcadas en los pies
Andar de nuevo por senderos olvidados
de donde un día venimos
no sé a qué culpas cancelar
Caminar despacio por la ribera abierta
En línea recta y flotar

 


Del Libro: TANTA NADA PARA TANTO INFIERNO

Soy ese paréntesis
abierto por la soledad
El círculo que me aprieta
la garganta
La huella que me pisa
al desplazarme
Soy
tantos rostros
Y no me reconozco
ante mi propia sombra
(1987)

Soy la elegida de los deshauciados
Su homónimo
Representante legal
sin saber
quien es el rey de este infierno
ni por qué me seleccionaron
para tanta nada.
(1988)



LOU (A José Luis, hundido en la tierra)


Lou es una mentira fabricada por el tiempo
murió antes de que se fijaran sus cabellos a mi piel
Máscara apretada a todos los misterios del vacío
Va descalza no tiene asidero se tambalea
Lou gritan los árboles y las montañas
Lou gritan los ecos agotándose
Lou no responde su voz fue apagada
por fogonazos de un relámpago bajando desde
los infiernos
y todos los muertos subieron a su espalda
No grites
No llames
No la persigas en los sueños
Ella subirá al monte más alto sobre las estrellas
Desde allí te verá partir.
(1989)

 


Del libro "VUELVO CON MIS HUESOS"

Debo partir. Renunciar a un tiempo que siempre
I me perteneció
dejar este espacio de sal
destrozar la estridencia de las horas
despersonalizarme
ahora debo ir desnuda para que las bestias me descuartizen
es su festín
voy a inmolarme
II
Es triste
por las tardes
cuando parten bajeles
hacia la mar/ distantes
cuando las islas semejan puntos sobre el azul
entonces vienes
me habitas
me posees
y me descarno
sobre estos cementerios de sal


 


Del libro: "VÉRTICE DEL CÍRCULO"


Quedé atrapada para siempre
en una ciudad que desconozco
y es la misma
que perturba mi sueño
una ciudad que es náusea
y nudo en la garganta
apretada para toda la vida
a mi costado izquierdo
sin llaves ni ventanas
Hundida bajo el paso de mis pies
Una ciudad por donde
la palabra tristeza se desplaza
a sus anchas
Y vivo esta ciudad
la presiento encendida en mi sangre
Cohabito tras sus muros
Y desnuda con los senos al aire
acaricio su larga cabellera de rí
1986

 



De "ESTE SILENCIO, SIEMPRE"

Cántico.

Vuelvo a mi antigua soledad, A solas voy porque ella es parte
de mi desde todos los comienzos. Voy a tomar limoneros de los
patios de antaño, ciruelos maduros al caer el alba y a transitar
los senderos de una niñez perdidos detrás de los guayabos y
el viejo dividive. Sentiré nostalgia de seres que no olvido. Sé que
no debo asumir actitudes vacilantes porque la luz volverá del frío
a esta hoguera.
He visto desde aquí que nada nuevo ha sucedido en los tiempos.
Sólo este espíritu divaga sobre catedrales, anda loco detrás de
los vientos y se queda extático ante el río. Yo lo dejo,
aún debo seguir este viaje interminable.
***

 

 

BUGS LIFE (Poema 32)

a José Alejandro Peña, este poema,
hoy sábado, un día en el tiempo.

Siento que soy una extraña
cuando hablo no me reconozco
Una generación nueva como un tumulto
hormiguea por las calles
gente que viene y va (pesadamente) dobla en las esquinas
con rostros endurecidos
Camino a la inversa como siempre
Desesperadamente me aferro a un espejo antiguo
hecho pedazos en el tiempo
Un ojo abismal fija en mi su mirada
Yo la sostengo.

Del libro: "La casa sin puertas", 27.09.2003