¡El colmo de los colmos rimados!
—¿Cuál es el colmo de una vaca?
—No dar más leche porque está flaca.
—¿Cuál es el colmo de una sardina?
—Entrar al bolso de una traína.
—¿Cuál es el colmo de un tragaluz?
—Comerle al día toda su luz.
—¿Cuál es el colmo de un alfiler?
—Pincharle el sueño al amanecer.
—¿Cuál es el colmo de un zapatero?
—Hacer zapatos sin tener cuero.
—¿Cuál es el colmo de una lombriz?
—No comer tierra sino maíz.
—¿Cuál es el colmo de una chicharra?
—Acompañarse con la guitarra.
—¿Cuál es el colmo de un conejo?
—Creerse zanahoria porque está viejo.
—¿Cuál es el colmo de un aviador?
—A cada nube darle una flor
—¿Cuál es el colmo de un marinero?
—Tener su barco en un tinajero
—¿Cuál es el colmo de una campana?
—Tener badajo de ovillo de lana
—¿Cuál es el colmo de un panadero?
—Hornear los panes en un caldero
—¿Cuál es el colmo de una gallina?
—Poner un huevo en cada esquina.
Don Preguntón
Trocito de fruta verde
-¿Quién te muerde?
-El loro de la vecina
cuando viene a la cocina.
Helado de fresa roja
-¿Qué te enoja?
-El niño que hace pucheros
para no tomar tetero.
Azúcar de miel morena
-¿Qué te apena?
-que Parra murió en la guerra
porque lo mordió la perra.
Tortita de crema blanca
-Qué te espanta?
-El gato de Timotea
cuando salta a la batea.
Chupeta blanquiamarilla
-¿Quién te pilla?
-Los maderos de San Juan
cuando vienen y se van.
Porque no comen queso ni comen pan
sino tortitas de mazapán.
El casorio de la rana y el morrocoy
A un morrocoy de río le salió enamoramiento
con una rana del charco donde se devuelve el viento.
El morrocoy presumía que la rana platanera
era joven casadera, por eso la pretendía.
Pero una clara mañana
las comadrejas volvieron con una noticia rara:
–“No propongas a esa rana promesas de matrimonio,
porque ella tiene su novio en una charca lejana”.
El morrocoy por curioso, emprendió viaje a la charca
y con un sapo mohoso entabló esta amarga charla...
Dijo el sapo al morrocoy:
–“La ranita presumida que te está quitando el sueño
encontró su nuevo dueño y por él da hasta la vida.
Ya le compró la sortija, el ajuar de matrimonio...
Y aunque traigas al demonio perderías, tú, la partida”
Entonces, el morrocoy entre sorprendido y tristón
le dijo al sapo mohoso:
–“Casi, casito, ya me casaba con la comadre
Comadre Rana,
pero vinieron las comadrejas hasta mi cueva
-muy de mañana y
me dijeron que la Comadre tenía su novio
junto a la charca.
Como era un novio de piernas locas
que dando un salto trepa una roca,
mejor me olvido de esbeltas ancas...
y hago las pases con mi tortuga de patas blancas.
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